miércoles, 13 de enero de 2016

Jessie Burton - La casa de las miniaturas

Después de leer este libro me surgió una pregunta: ¿Cómo debe sentirse alguien que en un determinado momento de su vida recibe esa señal extraordinaria que le invita a escribir una gran historia?, ¿Qué debe pasar por la cabeza y por el corazón de esa persona en el instante en el que ve algo o percibe algo que le indica que debe escribir sobre ello?, ¿Y qué ocurre cuando esa historia se transforma en un enorme éxito?

Esto le pasó a la londinense Jessie Burton en una casual visita turística al Rijkmuseum de Amsterdam. En dicha vista la autora se quedó prendada de una gran casita de muñecas allí expuesta perteneciente a Petronella Oortman, una joven de 18 años que en 1686 se casó con un importante comerciante holandés y comenzó así a formar parte de la próspera burguesía que nacía en los rincones de la bella Amsterdam.




La joven adquirió su valioso objeto y contrató los servicios de más de 800 artesanos miniaturistas para que poco a poco dieran luz a aquélla reproducción de su propia casa a pequeña escala con todo tipo de piezas al detalle: muebles, cortinajes, vajilla, ropa de cama, cuadros, accesorios de cocina, baño, etc. Finalmente y después de 19 años, tras haber concluido la tarea de terminar su casa de muñecas, Nella Oortman falleció.

De esta sencilla historia la autora nos ha relatado un precioso relato ficticio sobre la vida de esta noble muchacha, sus pasiones, sus inquietudes, su curiosidad por el misterio que gira entorno a aquéllos que la rodean, el recibimiento de aquélla casa de muñecas y su extraña relación con el/la miniaturista que va desgranando su historia y la de su nueva familia a base de intrigantes cartas acompañadas de pequeñas piezas, piezas con secretos...no simples reproducciones, sino miniaturas que van más allá, que muestran lo que va a ocurrir, que predicen los inminentes destinos de sus protagonistas sin que la joven Nella pueda hacer nada para evitarlo.

¿Cómo es posible que el desconocido miniaturista sea capaz de plasmar en sus figuras el devenir de las personas a las que representan?, ¿Toda su vida está siendo espiada?, ¿Es una señal?, ¿Qué es lo que el artesano está queriendo decirle?

"El hombre toma por un juguete todo lo que ve", es el lema que reza en la fachada de la tienda del anónimo genio, una tienda aparentemente abandonada, pero llena de vida.

Poco a poco Nella descubre gracias al virtuoso artesano que las personas son universos desconocidos en los que debemos adentrarnos para conocerlos, para comprenderlos...y a menudo conocernos también a nosotros mismos.

Cada uno es arquitecto de su futuro, pero todos necesitamos cierto empujón para madurar y ser capaces de escapar de nuestra indefensión ante el mundo, enfrentarnos a los golpes de la vida y aprender a tomar decisiones por cruentas y catastróficas que parezcan...a veces llegamos a sentirnos realmente solos, sin nadie que nos ayude a dar luz a esos momentos oscuros del destino, sintiéndonos extraños en nuestra propia existencia...

Pero esa señal, ese empujón, ese candil que ilumine un poco el camino puede llegarnos desde cualquier parte, desde cualquier rincón, a veces, ¿quién sabe?, desde las extraordinarias manos de un miniaturista...


1 comentario:

  1. Joder, vaya reflexión más interesante...

    Pues sí, todos necesitamos un empujón en la vida, lo bueno es encontrarlo pronto, como yo a ti.

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